En la época actual donde vivimos, tener un seguro es primordial ya que no solo podemos resguardar nuestros bienes muebles e inmuebles, sino también estar respaldados en caso de un accidente o de alguna enfermedad. Es por lo anterior, que contratar un seguro se hace necesario y de gran importancia, ¿pero qué conceptos deberíamos tener claros antes de contratar cualquier seguro? Acá te lo explicamos de manera sencilla:
¿Qué es una prima?
Se refiere al monto de dinero que el asegurado paga por los riesgos que está transfiriendo y esta suele pagarse en cuotas durante un año, mensualmente, semestral, semanal o toda de una sola vez.
El valor de la prima irá en función de factores como la probabilidad de que ocurra un siniestro o la frecuencia en que esto puede pasar. Al pagar la prima, la compañía de seguros deberá cumplir con las coberturas estipuladas en la póliza de seguros.
¿Qué es una póliza?
Es el documento que certifica el respaldo al que accede la persona asegurada cuando paga una prima para esto.
¿Qué es un deducible?
Se refiere a la suma de dinero establecido en las condiciones particulares de la póliza, la cual será cargo del asegurado en el caso de algún siniestro.
En el caso de haber contratado alguna cobertura deducible, la aseguradora será responsable solamente de la cantidad que lo exceda. Por otro lado, si el deducible se acuerda como un porcentaje sobre la pérdida, este se aplicará a la pérdida neta final, es decir, en la suma de todos los desembolsos y gastos incurridos menos los recupero.
¿Qué son las coberturas?
Son los riesgos que la aseguradora asumirá en caso de algún siniestro. Además existen diferentes tipos de cobertura en la contratación de seguros por lo cual se deberá analizar y elegir las que más se ajusten a tus necesidades.
¿Qué son los liquidadores?
Son personas naturales o jurídicas que pueden ser contratadas por una aseguradora para investigar sobre la ocurrencia de los siniestros y las circunstancias de cada una, con el fin de determinar si se encuentran o no amparados por la póliza y el monto de la indemnización que corresponda pagar al beneficiario.
Ahora que conoces estos conceptos básicos de los seguros podrás contratar un seguro sin sentirte tan perdido, entendiendo de qué va la cosa y teniendo más tranquilidad.